Publicaciones y prólogos
CRUCEROS, PETOS Y SANTOS
Prólogo: Alfredo García Alén
NO BUSQUES, lector, en esta páginas tan sólo la belleza estética, Conde Corbal ha volcado en ellas, antes que su arte, su inmenso cariño hacia la tierra materna. Y ha buscado como tema algo que es imagen viva y casi tópica de este bellísimo rincón de España: la reciedumbre del arcaico granito inalterable, en hermandad con la fe más pura y con las viejas tradiciones. Sus dibujos son, por un lado, homenaje a los maestros del noble arte de la cantería y, por el otro, emocionado monumento a la sencillez del alma campesina….
Cruceiros, petos, almiñas y santos están en su libro. Y, con ellos y sobre ellos, está Galicia.
Poco importa que en un terreno erudito discutamos si nuestros cruceros nacieron con el románico o son uno de los resultados de la influencia de las órdenes mendicantes; de nada valdrá aquí ligar los petos y almiñas a residuos de posibles cultos neolíticos. No empecerá tampoco a su intención que el crucero quiera espantar con su presencia la terrorífica aparición de la Santa Compaña en la encrucijada aldeana o que santifique los viejos ritos de fecundidad en un puente. Símbolo expiatorio, recuerdo emocionado de una violencia, acto devoto o santificación de costumbres paganas, ya son para siempre todos ellos, algo consubstancial con nuestro paisaje y una muestra perenne de la fe del pueblo gallego.
Es curioso comprobar que algunos de estos monumentos son obra de grandes artistas, que, al labrarlos, siguieron la manera de hacer artesana. Y otras veces constituyen una verdadera obra maestra, en la que el autor desconocido hace alarde del dominio que sobre la dureza del granito tienen nuestros canteros.
Al ojear estas páginas nos sorprenderá, una vez más, el misterioso lazo que une las gentes de Galicia a las de la Bretaña francesa. Y con este misterio el no menos asombroso de la perduración de las tradiciones gremiales de nuestros “arjinas”, que se enorgullecen de su trabajo, dispersos por toda la geografía, pero también tan enraizados en la tierra como sus propias obras.
Asi ha realizado el autor esta serie de dibujos. En ellos ha puesto todo su amor a Galicia. Y, con la ilusión de que se comprenda su intención, pone en nuestra manos este libro.
ALFREDO GARCÍA ALÉN