Llegada al puerto
Acrílico/tabla, 120x80, 1994
DORNA
Cuando te veo flotar
sobre esas aguas inquietas
pareces un pajarito que está dispuesto a volar
en cuanto emprendes el vuelo
que pronto no te diviso perdida en la inmensidad
¿volverás?, pienso que sí
mano segura te lleva
mano que sabe trabajar y de sinsabores llena
mano que empuña el timón
y que gobierna tu vela
sois los dos compañeros, uno sin el otro no navega
y así te vas adentrando
en la jornada que comienza
qué largas se hacen las horas, qué soledad te rodea
sobre tí el sol
te balancea la mar negra
¡ay que duro es ser marinero, de una dorna de vela
tus pensamientos vuelan
a donde volar quisieran
en busca de una vida más segura y duradera
no sueñes más marinero
la cesta no está llena
va a caer la tarde y tu mujer espera
así, pasarán los días y los largos años de espera
¡ay que duro es ser marinero, de una dorna de vela
amarra tu dorna al puerto
como otro día cualquiera
y mecido en sus aguas
volverás a ser pájaro
en tu nido de agua inquieta
¡ay que duro es ser marinero, de una dorna de vela.
MARGARITA ESCUREDO
Meloxo, Agosto de 1980